©PASCUAL CALABUIG

¡Cuántos habrá como espectadores.¡

Es difícil de contabilizar. Ahora son muchos hasta jugando, porque he leído que quieren organizar una liga entre Colegios y Seminarios. Yo comencé a conocerlos como espectadores  en Gran Canaria hace tiempo porque siempre estuve intoxicado por el amor al fútbol. Primero de pequeño al jugarlo, y luego, como lo jugaba mal,  a comentarlo, y ahora ni siquiera sé  si  lo comento mejor que cuando lo jugué.

Conocí de cerca a los curas futboleros  en el campo mas emblemático de las islas : el  Pepe Gonçálves  del Muelle Grande, por cuya tierra, que no césped, pasaron astros antecesores de los que siguieron las huellas primeras de Alberto Seco a quien atribuyen la creación del primer equipo gran canario con el nombre de Gimnástico hace mas de 100 años

CURAS FUTBOLEROS

©Pascual Calabuig.2007

¡Cuántos habrá¡

Es difícil de contabilizar. Ahora son muchos. Hasta quieren hacer una liga oficial.

Yo comencé a conocerlos en Gran Canaria hace tiempo porque siempre estuve intoxicado por el amor al fútbol. Primero de pequeño al jugarlo, y luego, como lo jugaba mal,  a comentarlo, y ahora ni siquiera sé  si  lo comento mejor que cuando lo jugué.

Conocí de cerca a los curas futboleros  en el campo mas emblemático de las islas; el  Pepe Gonçálves  del Muelle Grande, por cuya tierra, que no césped, pasaron astros antecesores de los que siguieron las huellas primeras de Alberto Seco a quien atribuyen la creación del primer equipo gran canario con el nombre de Gimnástico hace mas de 100 años, siguiendo luego las apariciones de “el Canario”  “Los 22”, “Pipiolo”, “Buenos Aires”, “Unión Central del Puerto,” (que acabaría siendo el Victoria,) el “Marino”  y otros mas que, según cuenta Eliseo 0jeda en un querido librito editado en 1931 y que yo guardo como oro en paño. Comenzaron a jugar en el “Picadero”, un  viejo campo   que hubo y que supongo  sería un solar como el Santa Catalina y otros improvisados que fueron surgiendo y que no serían pocos.

El Campo de pape Gonçalves del Muelle Grande

Aunque les parezca extraño yo mismo llegue a jugar, (1945)  aparte de en el lecho del Guiniguada, (frente al que fue Hospital Militar,) en otro situado   mas central todavía porque….¿saben donde estaba? sencillamente en  un enorme solar sobre el que luego se construyó  la Iglesia de Santa Teresita del Paseo Tomás Moráles en el barrio de Arenales. Se llamaba el Campo del Palestra.

Bueno pues contado eso como origen y no queriendo abundar en mas datos anecdóticos de esa vida conocida por pasada, vuelvo a decir donde conocí mas de cerca a los curas futboleros. Fue  en el Pepe Gonçálves. Sobre la tierra del campo, donde, aparte de los equipillos de menor porte, jugaban los componentes de la primera regional de los años 40.  Era lo de mayor categoría porque entonces  a lo mas que se llegaba en las islas era a los campeonatos interregionales cuando participaba tambien la isla de Tenerife con sus históricos Price, Hespérides, Real Unión, Deportivo de Tenerife… 

 Bien pues, separado por un estrecho callejón de ese campo Pepe Gonçálves, estaba el almacen de la Cory, instalación  portuaria  que se había destinado como acuartelamiento de una compañía de soldados de Infantería de Marina  ( cosas de la guerra civil española recién terminada entonces)

La gran azotea de esos almacenes se convirtió en  la mejor entrada para presenciar el fútbol de aquel tiempo.  La primera regional que yo conocí estaba integrada por los equipos Marino , Victoria  Gran Canaria ,  Arenas y  Atlétic, nombres inmortalizados después al fusionarse como la Unión Deportiva Las Palmas que nació con la muerte de aquellos.

 Desde aquella azotea de privilegio veían el fútbol exclusivamente los militares de la Marina y, casi a escondidas,  porque no era asunto bien visto, los curas, que tenían difícil lo de pasar desapercibidos porque entonces solo vestían largas y negras sotanas. Y por añadidura el Obispo de Canarias era el rígido Monseñor  Pildain y Zapiain.

   En la grada del interior del campo, solo una a lo largo de su parte parte norte, y otra mas pequeña (el Morro) detrás de una de sus porterías, no se veía a ningún cura mientras que a la  azotea de la Cory acudían siempre, muy discretamente, tres , cuatro sacerdotes. Ellos conocían , y alababan, a los mas destacados jugadores del momento tales como, por citar alguno, Pacuco Jorge , Pacuco Penichet, Sinforiano , El Corona, Marín, Campos , Victoriero, Cástulo, Luis Molowny y tantos otros..

Continua Parte II: