CURAS FUTBOLEROS II |
©Pascual Calabuig.2007 CONTINUACIÓN DEL ARTÍCULO PUBLICADO. Curas Futboleros.Parte II ©Pascual Calabuig.2007 En esa azotea conocí a un cura muy futbolero ,Don Manuel Guedes Quintana ,de Aguimes y fallecido hace pocos meses , a quien además seguí viendo después en el Estadio Insular desde hace bastante tiempo. Tanto que pasados los años, convertido yo desde 1950 en locutor deportivo, y él en Párroco de Santa Teresita, Iglesia erigida por él y sus feligreses a solo a veinte metros frente a mi casa de Tomas Moráles recuerdo que en sus homilías, cuando se apercibía de mi presencia en los bancos con mi mujer y mis hijos cada domingo o fiesta señalada buscaba el la forma de remarcar algo con la frase de -¡pues no faltaba mas¡- que fue el cierre de miles de mis charlas deportivas de radio durante años y años. Y lo decía mirándome el muy coñón que ha sido siempre, hasta reirse, como se reiría ahora leyendo estos recuerdos sobre curas futboleros si no hubiera muerto a los 86 años. Eran pocos los curas del fútbol, pero los había. Los aficionados mas viejos recordarán sino a Don Agustín Rodríguez Corvo , jesuita que jugaba de portero poniéndose media docena de jerseys para no lastimarse en sus “plongeones” , y que seguía el fútbol como un forofo, y sobre todo a Don Juan Nuez , nacido en Teror, frente a El Padre Martín-Sarmiento, claretiano La idea de citarles ahora me ha venido a través del recuerdo de alguien, a quien todos los aficionados al fútbol que oigan los domingos por la mañana el programa-tertulia de capellanes de Martín Sarmiento era admirador de Se estudió también reducir tanto rayd aéreo y aprovechar dos partidos seguidos en la península para cada vuelo . Pero quince días al mes ausentes de la isla, la familia, el gofio, el sancocho y el caldo de pescado, era demasiada ausencia. Sobre todo para las esposas e hijos de los jugadores. Y se tuvo que abandonar la idea.
El cura de nuestro comentario, como todo el mundo, estaba admirado de aquello. Era una nota de orgullo canario que se mantuvo durante mucho tiempo. Ahora, aunque el esfuerzo tampoco es manco ya no es tanta aventura. Yo hice muchos de esos viajes sin que faltaran en ellos las escalas. Varias horas para llegar a Madrid con aquellos Junquers, viejos aviones alemanes de hélice.Los largos desplazamientos desde Madrid en coches cama o tren simple con un montón de paradas en el camino, o en guaguas que no tenían las comodidades de ahora. Una de esas paradas la recuerdo repetida en el Alcazar de San Juan, nudo de comunicación ferroviaria con trasbordo de trenes y cambio de vías. Con hospedajes en hoteles de primera entonces que no serían ahora ni de tercera. Y a pesar de todo aguantar años y años agitando aquella bandera que hizo famosa y envidiado el juego de este equipo, así como el comportamiento respetuoso de su gente viajera salpicada solo por algún que otro “rejo” contrabandista, pecado del que ahora se reiría cualquier juez o autoridad, porque eso de los contrabandistas que llevan un par de cartones de tabaco y una botella de Wyski, se ha centuplicado en número y volúmen . De algunas de esas aventuras escribió el hoy tertuliano deportivo de Bien pues al volver a Gran Canaria me encontré publicado un articulo en el que el padre Martin Sarmiento, además de extremarse al máximo alabando las jugadas, los goles, la posición que ocupaba el equipo y, la que decía él fue emocionante transmisión, añadió al mismo tiempo una reprimenda especial a mi trabajo diciendo: , “todo lo cual no me impide ponerle un cero Señor Calabuig, por locutor irrespetuoso, porque sepa, señor, que una misa nunca tiene medias partes. Cuando esta se dice queda dicha hasta el final y amen.” Ahora oigo al mismo sacerdote, jocoso , como viejo bromista con otros capellanes rectificando algunas veces a Rafa, locutor moderador de su tertulia a nivel nacional, y me agrada recordar que cuando estaba aquí hablaba por fuera del púlpito sobre cosas de Porque son interesantes siempre las versiones eclesiásticas de los curas futboleros a quienes alguna vez, humanos que son, se les escapan, como a cualquier aficionado, calificaciones de árbitros y de rivales con vocablos (tacos) que están lejos y fuera de circulación en su trabajo pastoral. Ha pasado medio siglo y no ha perdido ni la vocación sacerdotal ni la afición futbolística. ¡Enhorabuena! Su equipo canario perdió la categoría que tenia entonces y ahora está en segunda, pero no se preocupe Martin Sarmiento y no se vaya, que ¡ya volverá¡.
ANEXO, DON MANUEL GUEDES QUINTANA MURIO A FINALES DEL 2006 O PRINCIPIOS 2007 TENÍA 86 AÑOS.
Mientras no sea así me conformaré oyendo las manifestaciones inocentonas de esos sacerdotes, recordando que una vez, cuando comenzaba sus pinitos de ministro de renombrado Colegio Corazón de María con sus artículos sobre el fútbol de los amarillos en Gran Canaria. |
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